Esa intuición fue lo que me condujo al Yoga y a la búsqueda de un camino propio. El Yoga apareció durante mi primer viaje a la India a los 17 años, aquel viaje marcó un antes y un después, cambiando totalmente mi mirada tanto del mundo interno como del mundo externo. Un fortuito e intenso encuentro con tres sadhus, yogis renunciantes, fue el mayor revulsivo, me mostraron una puerta por donde sin dudarlo entré. Al volver a España comencé estudios de Yoga en la escuela Sivananda de Madrid.
Deja un comentario